El vino es uno de los productos más cotizados de nuestra tierra española. La verdad es que nuestro país se ha caracterizado desde hace siglos por la calidad de sus vinos y por la calidad de las tierras de las que proceden estos vinos, algo que sin duda ha colocado en el mercado y en una posición envidiable a muchas de las mejores bodegas y productoras de nuestro país. Si por algo nos conocen en Europa es sin duda, entre otras cosas, por la enorme cantidad de vinos españoles que merecen la pena.
Dentro de nuestras fronteras, existen zonas que parecen ser más propicias para el cultivo de vid que otras. Seguro que si hablamos de este tema nos vienen a la cabeza regiones como La Rioja, productora de varios de los mejores vinos de España, o La Mancha, que se encuentra en una situación muy similar. También las zonas ribereñas del río Duero funcionan a la perfección en lo que se refiere a producción y en calidad. Pero la verdad es que estas zonas no son las únicas capaces de proveer un vino excelso en nuestro país.
Galicia es una zona que viene creciendo una absoluta barbaridad en lo que está relacionado con los vinos y el cultivo de vid. En efecto, un artículo de La Voz de Galicia afirmaba que, en opinión de Ramón Huidobro, secretario gerente de Rías Baixas, más de la mitad de las bodegas gallegas se encontraban creciendo en el momento de la publicación del artículo (abril de 2015) y también se encontraban exportando buena parte de su producción.
Galicia tiene un total de cinco denominaciones de origen, lo que hace que esta región no tenga absolutamente nada que envidiar a La Rioja, La Mancha o la Ribera del Duero. Estas cinco denominaciones de origen, que son Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei, son las que pasean el nombre de Galicia no solo por el resto de España, sino por varios de los países de Europa. Y lo hacen de la mejor manera posible: hablando a la perfección de una tierra que presenta características más que suficientes para darle calidad a todo aquel que sienta devoción por el vino.
El vino ha sido también uno de los productos más tradicionales de una tierra como Galicia. Es por ello por lo que el consumo de este tipo de bebidas en las tierras gallegas siempre se ha mantenido constante y ha copado una buena posición dentro del ránking nacional. De hecho, y según nos han comentado desde Exportcave, buena parte de los productos relacionados con el vino (copas o vinotecas, entre otros) que se venden en nuestro país tienen como destino la región del noroeste de la Península. Y es que hablar de Galicia es hablar de vino.
Un negocio con mucho futuro
La crisis económica hizo estragos en muchas de las denominaciones de origen de la región gallega. Es evidente que hubo pérdidas en buena parte de ellas, así como en el resto de bodegas españolas. En ocasiones, eso vino acompañado de cosechas que no fueron buenas como consecuencia de los años de sequía que se han vivido en España y de las que Galicia, por raro que parezca, también ha sido víctima. La situación no siempre ha sido buena aunque ahora sí que lo sea.
Pero la realidad actual es bien diferente. La crisis económica parece haber concluido y es tiempo para progresar, para recuperar el tiempo perdido y para seguir haciendo firme esa calidad vinícola que existe en Galicia. Así lo están haciendo todas y cada una de las bodegas gallegas y así se está refrendando en el consumo no solo de los gallegos sino también en el del resto de los españoles, que ha aumentado de un importante modo en los últimos meses.
¿Qué futuro espera para los vinos gallegos? Es evidente que la apuesta por la calidad es algo que nadie en la región va a dejar de lado. Sin embargo, la competencia con otros vinos de este país va a seguir siendo una rutina. Es lo que hay cuando la calidad es algo que define a todos los vinos nacionales. Pero Galicia tiene algo especial y, como ha hecho siempre una y otra vez, resistirá tirando de sus mejores productos.