Formas de protegernos del sol en nuestro jardín

Tener un jardín en casa es un auténtico lujo. Poder salir, sentarte en una tumbona, leer, charlar o hacer una barbacoa… no tiene precio. Pero claro, en cuanto empieza a apretar el calor, especialmente en verano, estar al aire libre sin protección se convierte más en un castigo que en un disfrute.
Por eso, después de pasar varios veranos achicharrándome en mi propio jardín, me decidí a buscar formas reales, cómodas y prácticas de protegerme del sol sin tener que esconderme dentro de casa. Y hoy te quiero contar todo lo que he aprendido sobre toldos y pérgolas, porque no solo marcan la diferencia en cuanto a comodidad, sino también en seguridad y estilo.

¿Por qué es tan importante protegernos del sol en el jardín?

Antes de entrar en detalles, quiero dejar clara una cosa: el sol no es ningún enemigo, pero tampoco es algo que podamos ignorar.
Pasar mucho tiempo expuestos puede provocarnos desde quemaduras leves hasta problemas más serios en la piel, como el envejecimiento prematuro o incluso enfermedades más graves a largo plazo. Y no solo eso, también puede estropear los muebles de exterior, desgastar los colores, agrietar las superficies y quemar las plantas más sensibles.
Además, cuando el calor es muy fuerte, estar en el jardín se vuelve directamente incómodo. Ni disfrutas de un café al aire libre ni puedes organizar una comida con amigos sin acabar todos sudando como si estuviéramos en un desierto.
Así que protegerse no es solo un capricho para estar más frescos, es algo necesario para cuidar nuestra salud, mantener nuestro jardín en buen estado y aprovechar realmente ese espacio exterior que tanto nos gusta.
La buena noticia es que hoy en día hay un montón de opciones para hacerlo de forma sencilla, cómoda y bastante estética.

 

Los toldos son una buena solución

El primer elemento que se suele plantear todo el mundo cuando piensa en proteger su jardín del sol son los toldos. Y la verdad, tienen muchísimas ventajas.

Tipos de toldos

Cuando empecé a mirar, me sorprendió ver que no hay un solo tipo de toldo. Hay bastantes, y cada uno se adapta a necesidades diferentes:

  • Toldos extensibles o de brazos articulados: son perfectos para terrazas o jardines pequeños. Los puedes abrir y cerrar fácilmente según la hora del día o el tiempo que haga.
  • Toldos verticales: funcionan más como cortinas verticales y van genial para proteger del sol que entra de lado, por ejemplo al atardecer.
  • Toldos cofres: estos me llamaron la atención porque se recogen dentro de una estructura que los protege del polvo y de la lluvia. Duran muchísimo más.
  • Toldos vela: son súper modernos y quedan genial en jardines grandes. Se instalan con tensores y puedes jugar con la forma y la inclinación.

Beneficios de los toldos

Los toldos tienen un montón de ventajas. Protegen muy bien del sol directo, son relativamente fáciles de instalar y, además, permiten crear sombra justo donde tú quieres.
Otro punto a favor es que puedes recogerlos cuando no los necesites, así que no pierdes luz si un día está nublado o si en invierno prefieres que entre más sol.

En cuanto a precios, depende del tipo y del tamaño, pero los toldos extensibles sencillos pueden rondar entre los 300 y los 800 euros instalados. Si ya hablamos de cofres o de automatizados con sensor de viento o sol, los precios pueden irse a 1000 euros o más.
Eso sí, una inversión que vale la pena si quieres disfrutar del jardín muchos meses al año.

Estilos de toldos

Hoy en día los toldos no son solo los típicos de rayas verdes y blancas (aunque si te gustan, siguen estando). Lo bueno es que ahora puedes elegir entre un montón de estilos diferentes según la estructura y la funcionalidad que busques para tu jardín.

Les pregunté las opciones disponibles en esta empresa de toldos en Barcelona y me comentó que, uno de los más comunes es el toldo de brazo extensible. Es perfecto si quieres cubrir una zona concreta como una terraza o un porche y, cuando no lo necesites, puedes recogerlo y dejar el espacio completamente despejado. Son muy prácticos para jardines donde el espacio es importante.

Luego están los toldos de punto recto, que se sujetan de manera más fija en vertical. Son ideales para ventanas o zonas más pequeñas donde lo que quieres es bloquear el sol directamente, sin cubrir mucho terreno.

Otro estilo que está ganando popularidad es el toldo cofre. Estos toldos tienen un sistema donde la lona y los brazos quedan completamente guardados dentro de una carcasa cuando se recogen. Eso los protege de la lluvia, el viento y el sol cuando no los usas, haciendo que duren más tiempo en perfecto estado. Son perfectos si quieres invertir un poco más en calidad y durabilidad.

También existen los toldos verticales o cortavientos, que funcionan como una especie de estor pero para exteriores. Se usan sobre todo para cubrir por los lados zonas de pérgolas o terrazas, protegiendo del sol, del viento y también aportando privacidad.

Por último, si buscas cubrir una zona muy grande o prefieres una estructura independiente, puedes optar por toldos tipo vela o estructuras tensadas. Son ideales para jardines abiertos o patios amplios, y permiten jugar con las formas y la distribución del espacio de una manera muy moderna y funcional.

Así que hoy en día, más que pensar en el color o el estampado (que también es importante), lo primero es decidir qué tipo de estructura se adapta mejor a lo que necesitas y al uso que le quieres dar.

 

Las pérgolas son la opción fija

Si buscas algo más permanente y sólido, las pérgolas son una opción brutal.
En mi caso, después de probar con un toldo, acabé instalando una pérgola en una parte del jardín y no puedo estar más contento.

Tipos de pérgolas

Aquí también hay donde elegir:

  • Pérgolas de madera: son las más clásicas. Quedan muy acogedoras y naturales, perfectas si tienes un jardín con mucho verde.
  • Pérgolas de aluminio: más modernas y minimalistas. Además, resisten súper bien al paso del tiempo y apenas necesitan mantenimiento.
  • Pérgolas bioclimáticas: estas son el nivel pro. Tienen lamas móviles que puedes abrir o cerrar según quieras más o menos sol. También protegen de la lluvia.
  • Pérgolas con toldos correderos: son una especie de mezcla. Tienen estructura fija, pero el techo es de lona y puedes moverlo.

Beneficios de las pérgolas

Lo mejor de las pérgolas es que crean un espacio totalmente nuevo. No es solo sombra: es como una habitación exterior. Puedes poner debajo un comedor, un sofá, una zona chill out… y sabes que vas a poder usarlo casi siempre, haga el tiempo que haga.
Además, aumentan el valor de tu casa. Si alguna vez vendes, tener una pérgola bien montada en el jardín es un punto enorme a favor.

Sobre precios, una pérgola de aluminio sencilla puede costar entre 2000 y 4000 euros instalada. Las bioclimáticas suben más, entre 5000 y 10000 euros, dependiendo de las medidas y las funciones automáticas que elijas.

Estilos de pérgolas

Igual que con los toldos, las pérgolas han evolucionado mucho en diseño.
Las hay rústicas, modernas, minimalistas, industriales… incluso puedes añadirle cortinas, luces, estufas para invierno… Lo bueno es que puedes personalizarla bastante según tu estilo y el uso que le quieras dar.

 

Cómo ayudan los toldos y pérgolas a protegernos de forma cómoda y segura

Tanto los toldos como las pérgolas protegen de los rayos ultravioleta, que son los que realmente dañan nuestra piel.
También bajan la temperatura del espacio que cubren en varios grados, lo que hace que el ambiente sea mucho más agradable y que no necesitemos gastar tanto en aire acondicionado si tenemos puertas o ventanas cerca.

Y, por si fuera poco, protegen muebles, cojines, maderas y plantas delicadas, alargando su vida útil.

Es, sinceramente, una de esas inversiones que agradeces cada verano.

 

Consejos personales a la hora de elegir

Después de todo lo que investigué, te dejo aquí algunos consejos que a mí me sirvieron:

  • Mide bien el espacio: parece básico, pero mucha gente calcula a ojo y luego se queda corto o se pasa.
  • Piensa en la orientación del sol: no es lo mismo si el sol te da de frente todo el día que si solo pega fuerte por la tarde.
  • Prioriza calidad: es mejor gastar un poco más en materiales buenos que tener que cambiar todo en 3 años.
  • Consulta si necesitas permisos: en algunos municipios piden licencia para instalar pérgolas fijas.
  • Elige colores neutros si quieres que no pase de moda: aunque si te gustan los colores fuertes, adelante. Al final, es tu casa.

 

Protégete y disfruta

Tener un jardín es un regalo, pero saber disfrutarlo todo el año requiere un poco de planificación.

Yo no sabía cuánto lo iba a agradecer hasta que lo probé. Ahora, no concibo un verano sin desayunar tranquilamente bajo mi pérgola o sin esas tardes de barbacoa al resguardo de mi toldo.
Así que, si tienes jardín, te lo digo claro: no te lo pienses demasiado. El sol va a seguir saliendo todos los días, pero tú puedes decidir cómo disfrutarlo de la mejor manera.

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